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lunes, 15 de agosto de 2016

Capítulos 77, 78, 79 y 80

Capítulo 77

Estoy agotada, llevo varios minutos huyendo de los ataques corrosivos del reptil. Su velocidad ha aumentado exponencialmente. Con los ojos abiertos no necesita basarse tanto en el oído por lo que la patada que le di no ha significado un gran daño. Mi cuerpo apenas puede seguir ese ritmo, casi no puedo producir fuego. Un gran escupitajo planea sobre mi cabeza. Alzo el brazo asustada y creo un escudo de flamas que hace evaporarse las babas. “Al menos puedo protegerme un poco más” pienso al borde del colapso por la energía que cada chispa que genero absorbe de mí. Corro de espaldas con la mala suerte de tropezar contra una roca. Un brillo malicioso se apodera de los ojos negros de la bestia y lanza una enorme ola de saliva sobre mí. No puedo moverme. No me responde el cuerpo. “Maldición” susurro.
Unos brazos fuertes me agarran de la cintura y me impulsan a rodar con rudeza por la roca. Caigo sobre el sargento.
-¡¿Ishtral?! ¡Te has despertado! Gracias a los dioses...- grito con ojos llorosos.
-Sí... y ya te contaré el sueño que me has dado, morena. Ahora... ¿me vas a explicar qué haces jugando con lagartijas sin invitarme?
-Oh, si te hace ilusión participar en este divertido juego, eres libre de unirte.
Le digo que evite la saliva señalándole mi pantalón y piel abrasados. Los ojos de oro del sargento se vuelven fríos y opacos. Está enfadado. Mejor, a pesar de las bromas, ésto no va a ser fácil.
Nos miramos y cada uno corre en una dirección, él dispara con su revólver a sus ojos mientras yo lanzo bolas de fuego hacia su boca para evitar que le escupa a Ishtral. Parece que funciona pero el reptil mueve su serpentiforme cuerpo golpeando la espalda del sargento Blood y lanzándolo por los aires.
-¡ISHTRAL!- grito preocupada.
Desvío mi atención momentáneamente, craso error. Recibo un fortísimo golpe en el tronco que me hace escupir sangre. Odio ese sabor en la boca.
Ambos nos levantamos despacio. Una flecha araña el aire clavándose en el ojo izquierdo de la bestia. El sargento y yo nos giramos aliviados. Flair también ha despertado aunque se le ve mortalmente pálido. Sin respiración y temblando. A él nunca le tiembla la mano a la hora de usar su arco. Supongo que debe seguir bajo los efectos de la pesadilla que ha vivido. Puede que sea una tonta, pero me siento algo más confiada. Por mi mente pasan todos los recuerdos de la batalla que he estado manteniendo con este monstruo antes de que mis amigos se despertaran. “Lo tengo” pienso.
-¡Flair, Ishtral, tengo un plan!
-Somos todo oídos.- dice lentamente Flair.
-Necesito que lo entretengáis, que le hagáis abrir la boca. Para eso debéis enfurecerlo, que escupa. Disparadle hasta conseguirlo.
-¿Y tú que tienes pensado hacer?- dice Ishtral leyéndome la mente.
-Confiad en mí, por favor. Solo haced lo que os he dicho.
Ambos asienten. Comienzan a dispararle flechas y balas desde la distancia. Daños que la bestia siente como molestas picaduras de un insecto. No obstante, muchos golpes insignificantes seguidos, concentrados en un mismo punto, puede llegar a conseguir una molestia mucho mayor. Intento relajarme y hago acopio de toda mi fuerza. Siento, con dolor, como un remolino de fuego envuelve mi cuerpo, encerrándome en una especie de huevo flamígero.
La enorme serpiente abre la boca preparando un nuevo chorro de babas.
-¡LYX!- gritan los dos al unísono.
Me impulso con los pies en la pared y, envuelta en llamas, penetro en la boca del monstruo.

Capítulo 78

Qué asco, dentro del tubo digestivo de la serpiente me siento presa por la bilis. Los jugos del animal no me dañan gracias a mi escudo de fuego pero no durará mucho. Vuelvo a aunar calor. Me concentro. El dolor estalla en mi cuerpo y caigo sobre las viscosas entrañas. Trago mi propio vómito y lo vuelvo a intentar. Si no lo consigo, seré un suculento aperitivo para este bicho. Me abrazo clavándome las uñas y grito. Es una forma de liberar el dolor que siento al producir tanto calor. El animal se mueve consumido por el dolor. Voy a quemarlo desde dentro. Un lamento ensordecedor me revienta los tímpanos mientras ardo como mil soles. Una explosión. El monstruo ha reventado y yo me encuentro sobre un montón de vísceras asquerosas. Alzo la cara manchada y veo a Ishtral y a Flair con los ojos desorbitados. En ellos brilla una mezcla de miedo, confusión y admiración. En los del sargento también hay un dulce matiz de amor. Abro la boca para intentar articular un “lo conseguimos” pero no soy capaz. Pongo los ojos en blanco mientras las rocas, los túneles, la sangre azul oscuro de la bestia y mis amigos dan vueltas en mi campo de visión. Me doblo sobre mí misma expulsando la arcada que estaba conteniendo. Mis músculos, huesos y todo mi ser llora y se queja por el esfuerzo. Caigo desplomada y lo único que logro ver entre la incipiente oscuridad que nubla mi mirada es a los dos jóvenes corriendo a ayudarme.

Sueño de Lyx

Me despierto en mi habitación, en casa.
-Hola, cariño. ¿Qué tal estás tras tan arduo combate?
-Ma... Mamá...-digo sin poder respirar.
Allí está ella: sus mechones rubios, cortos y rizados enmarcan su hermosa cara ovalada. Los ojos entre verdes, azules y marrones me miran con cariño. Los ojos más bellos de toda Arala. Me sonríe con una ternura que casi había olvidado.
-Mami, yo...
Me convierto en la niña pequeña asustada que era cuando murió... cuando la maté. Ella me abraza y lloro en su regazo hasta que se me agotan las lágrimas.
-Lo has hecho muy bien, chiquituji. Pronto acabará todo ésto y podrás ser libre. Tienes que ser fuerte, por mí y por Pete.
Alzo la vista y veo a mi hermanito riendo.
-Lyx, eres una llorona.
-Pete...-trago lágrimas saladas-. Aquí el único llorica eres tú, enano.
-Pues tú eres una tonta y te tienes que ir de aquí. Todavía quiero tener un poco más de paz y tranquilidad sin ti regañándome por todo, gruñona.
-¿Me tengo que ir?- digo apenada.
-Sí cariño. Tu viaje no ha acabado. Jake, la princesa y la chica rubia aún luchan. Además, hay cierto sargento que vendría aquí si hiciese falta a por ti, ¿me equivoco?
El calor perla mis mejillas. Mamá y Pete ríen.
-Os quiero y mamá... perdona.
-No tengo nada que perdonar, Lyx. Anda, vuelve que haces más falta allí que aquí. Nosotros te esperaremos el tiempo que haga falta.
-Suerte hermana, dale recuerdos a Jake y a los demás.
-¿Y Luy?-pregunto irónica. Mi hermano se avergüenza y me grita “¡si es que no hay quien entienda a las niñas!”

Capítulo 79

Despierto llorando. “Mamá, Pete...” pienso. Me encuentro acostada, junto a Jake, en un túnel que no recuerdo. ¿Qué ha pasado? Ah sí, la serpiente. Recuerdo que me metí en su boca, en su estómago y ardí. Observo mi cuerpo. Tengo la cara limpia y otras ropas. Una gran venda cubre las heridas de mi pierna.
-Lyx... al fin despiertas.
Levanto la cabeza y el sargento toma mis hombros y me acuna. Me abraza con demasiada fuerza, apenas puedo respirar. Entonces me mira con intensidad.
Va a besarme” pienso viendo sus intenciones reflejadas en el metal de sus ojos.
-¡LYX!- Neldrey se abalanza sobre mí apartando a Ishtral sin ningún miramiento. Al parecer mi amiga ha ignorado por completo la atmósfera que había entre Blood y yo.
-Hola, ¿he dormido mucho?
-Has roncado, como en el campamento de los bastardos. Serías la peor compañera de cuarto.
-Gracias por el dato, Neldrey. Creo que no podría vivir sin esa valiosa información.
-Vale, sigue igual de borde, ¡está bien!- dice la rubia sacándome una sonrisa.
Al momento aparecen Flair y Rothian. Al parecer, el único que aún no ha despertado es Jake... “¿tan horrible es lo que está soñando?” Me pregunto.
Neldrey sigue mi mirada y sus ojos verdes se oscurecen.
-Tengo miedo... ¿y si no despierta? Te juro que como no abra los ojos pronto lo mato... Jake, cariño...
-Despertará. Es más fuerte de lo que piensas, de lo que él mismo piensa.-digo consolándola.
Me dan algo de agua y se sientan a mi alrededor. Por lo visto, mientras estaba inconsciente, se despertaron Rothian y Neldrey casi a la vez. Al estar muerto el reptil y como todo el polen de las flores había sido expulsado, pudieron escalar. Flair me llevaba a mí a cuestas y, como Ishtral es más corpulento, sostenía el cuerpo de Jake. Ahora estamos en el túnel del cual salió la bestia. Me doy cuenta de que una muy leve brisa azota mis cabellos sudados. Al fin estamos cerca de la salida.
-Y... ¿vosotros qué habéis soñado?- pregunto curiosa.
Todos palidecen mortalmente. Aprietan los dientes y tensan los músculos.
-¿Tan horrible ha sido?-sigo preguntando.
-¿Es que acaso tú no lo has pasado mal?- dice Rothian cabizbaja.
Por supuesto, ellos no saben que el polen no me afectó. Simplemente creerán que fui la primera en despertar...
-Esto... sí, fue una pesadilla terrible.
Todos asienten salvo Ishtral, que me mira suponiendo la verdad. Jake empieza a revolverse, incómodo. Golpea su propia cabeza contra el suelo rocoso. Neldrey lanza un grito y coloca sus manos bajo la nuca del joven. Él sigue golpeándose solo que ahora el daño se lo lleva mi amiga, que no emite un solo quejido. Solo mira con dolor a Jake.
-Te quiero, idiota. Despierta de una vez...-es lo único que dice cuando el joven deja de autolesionarse. Ella tiene los nudillos despellejados y sangrando.
Mientras Rothian venda las delicadas manos de nuestra amiga, Flair vuelve a acomodar a Jake.
-Lyx, Flair me preguntó cómo habías hecho lo del fuego.-confiesa Ishtral.
-¿Qué le dijiste?
-Que siempre has tenido esa extraña habilidad, la de manipular el fuego. No sé si se lo ha creído pero al menos no seguirá preguntando por el momento.
-Bueno, la verdad tampoco es que sea mucho más verosímil.
-Además le dije que te sientes incómoda si los demás saben de tus poderes. Accedió a guardar el secreto.
-Gracias, Ishtral...
-Gracias a ti. Nos has salvado la vida. Además...- adopta una expresión provocativa.
-Además, ¿qué?-digo suspicaz.
-Me ha encantado cambiarte de ropa.
-¡¿Has sido tú?! ¡Pensé que habría sido Neldrey o Rothian!
-Bueno... insistí. Y lo hice por ti.
-¿Por mí? Oh muchas gracias, gran y misericordioso Ishtral. Seguro que te ha supuesto un enorme esfuerzo verme desnuda.
Él ríe y, la verdad, yo simplemente estoy fingiendo estar enfadada.
-Oye, si te hubieran cambiado ellas habrían visto las marcas de la araña, y no quieres eso, ¿no?
-Te odio.- contesto cortante.
-Seguro que sí.
Tras decir eso, me besa un hombro provocándome un escalofrío.
-No te ha hecho efecto el polen, ¿verdad?- me sigue preguntando.
-No. Al parecer mi querida araña me tiene acostumbrada a otro nivel de tortura psicológica; esas plantas no me hicieron ni cosquillas. Oye... ¿Con qué soñaste?- él me mira.- Me dijiste que me lo contarías.
-Soñé que luchaba contra lo que más amo... contra ti.- lo miro fijamente. Me late con fuerza el corazón. No me acostumbro a que el estoico sargento diga lo que siente de manera tan sincera.
-¿Y? Para despertar debías vencerme, ¿no?
-Bueno, digamos que más que vencerte hice que te volvieras loca por mí. Un desenlace perfecto, ¿no?
-Sí, se nota que era un sueño. Como si eso pudiera pasar en la realidad- digo muerta de risa. Él finge molestarse y me atrae hacia él.
-¿Me estás retando?
-Puede.

Capítulo 80

Rothian sostiene la pequeña lámpara que está a punto de morir. Yo voy junto a ella con Neldrey sin hablar. Está realmente preocupada por Jake. Ishtral y Flair, van detrás de nosotras llevando a mi amigo. Nos adentramos en el oscuro túnel dejando atrás la débil luz que cedían las flores alucinógenas. De nuevo el intrincado laberinto de giros, subidas y bajadas, saltos estúpidos y pequeñas paredes que hay que escalar. No obstante, hay algo diferente esta vez, algo que nos mantiene con esperanza: la constante brisa. Seguimos una débil ráfaga de aire fresco, aire del exterior.
Como siempre, pierdo la noción del tiempo. La roca ahoga cualquier asomo de orientación. Caminamos por inercia, si nos paramos a pensar en el agotamiento ninguno sería capaz de continuar. El eco de nuestros pasos solo se ve acompañado por el quejido persistente de Jake, que no es capaz de despertar. El sufrimiento interno de mi amigo constituye una patética banda sonora que, por desgracia, describe a la perfección nuestro paso por “La Montaña de los Olvidados”.
Sudando, extenuados y maldiciendo todas y cada una de las piedras que pisamos, seguimos andado. Mi pierna está mucho mejor, siento un agradable beso cálido en la zona abrasada. Me curo más rápido de lo normal.
-Decidme que no estoy alucinando otra vez... ¿Esa luz es... la salida?- la trémula voz de Rothian, que encabeza el grupo, nos hace parar en seco.
-¡Sí, es la salida!- grito emocionada.
Todos corremos en una descoordinada carrera en busca de libertad. Al llegar al asomo de claridad, podemos ver el paisaje. “Al fin” pienso. Miro hacia abajo, nos encontramos en la ladera de la Montaña a unos veinte metros sobre el suelo.
-Vamos chicos, un último esfuerzo- dice Neldrey-. Jake, cariño, ya te sacamos de este infierno...
La rubia besa los labios agrietados del joven y nos mira al resto. Comenzamos el descenso con mucho cuidado. Yo podría bajar a ciegas sin caerme. Tengo una gran agilidad y resistencia. Supongo que las calles de Arala me han entrenado bien. Neldrey también baja sin mucho esfuerzo. Es una chica atlética, con buenos reflejos y movimientos gatunos. Por el contrario, Rothian se mueve lenta y de manera un tanto torpe pero sin dudar al apoyar el pie. Por quienes temo es por ellos. Deben bajar perfectamente coordinados pues llevan, en una suerte de sogas medio rotas, a Jake colgando como un peso muerto.
Milagrosamente, todos llegamos al suelo sanos y salvos aunque hemos sufrido un poco cuando una de las cuerdas que sostenía a nuestro amigo se rompió y su pierna derecha, libre de ataduras, hizo tropezar a Flair.
Ya fuera de la Montaña, el júbilo que deberíamos sentir se ve enturbiado por los párpados, aún cerrados de Jake. Neldrey, desesperada, agarra al chico de la camisa y comienza a zarandearlo.
-¡Estúpido Jake! ¡despierta de una maldita vez! Te hemos sacado de allí, ya puedes abrir los ojos. Sea lo que sea lo que estés soñando, no es real. Estás bien... por favor...-dice ahogándose en su propio sollozo.
Entonces, como si hubiera oído las palabras de la joven, él alza su mano temblorosa y seca las lágrimas de nuestra amiga.
-Enfadada das miedo, además no te pega llorar.
Ella, emocionada, hunde sus labios en los de Jake, que recibe su beso sin demasiadas ganas pero sin fuerzas para negarse. Es extraño, Jake había dejado de rechazar a Neldrey, entonces, ¿por qué no le devuelve el beso con la misma intensidad?
-Bueno, ya era hora de que espabilaras, empezábamos a pensar que te ibas a quedar dormido para siempre. ¿Por fin has derrotado a tu peor pesadilla?-pregunta Ishtral.
-No, no lo he hecho. Imagino que aquí fuera el influjo del polen se ha hecho mucho más débil y he podido darme cuenta de que era una ilusión. No he sido capaz de escoger...
-¿Escoger? ¿a qué te refieres?- pregunto extrañada pues supuse que su sueño se trataba de su padre, no sobre alguna elección.
Mi amigo me mira sumamente apenado pero se repone.
-Nada, olvidadlo. Eso ya no importa. Al menos ya estoy despierto y fuera de ese lugar.

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